Tienen alto contenido en vitamina A, por lo que resultan adecuados para combatir cualquier tipo de problema en la piel como puede ser los granos. Son ricos en distintos minerales, convirtiéndose en un alimento perfecto para tratar casos de bronquitis, tuberculosis, asma, anemia y bronquitis. Cuentan con una sustancia como el licopeno que ayuda en la prevención del cáncer y en distintas enfermedades cardíacas. Contribuye a acabar con los cálculos biliares. Elimina los parásitos intestinales. Consigue proporcionar un mejor funcionamiento del aparato digestivo y del colon debido a las elevadas cantidades de fibra que contiene, sobre todo si se consume con la piel. Es rico en vitaminas, por lo que también ayuda en la prevención del cáncer en los órganos cubiertos por tejido epitelial.