El aceite de ricino es un aceite vegetal translúcido de color amarillo, deriva de las semillas de la planta de ricino. Tiene propiedades humectantes, emolientes, restauradoras e inductoras del crecimiento celular. Ayuda a mantener nuestra piel sana, radiante y tersa. Además, deja tu cabello hidratado y favorece el crecimiento de uñas, pestañas y cejas. Sana labios agrietados, nutre la piel seca, previene estrías, suaviza callos y talones.